Dos poemas del poeta Colombiano Raúl Henao
El silencio
¡Aire sonámbulo, blancura de las rosas!
¿Quién menciona la abeja
En el avinagrado
Corazón de la noche?
El sueño no es más alado
Que esta vigilia
Acertijo y pabilo
Ceguera y deslumbramiento
A mis palabras el silencio pone alas.
Pensamiento de la muerte
El mundo afuera
Es la hermosura
De una flor.
Mi pensamiento
El interior de la flor.
¿Me preguntan acaso
Si morir
Es caer al interior
De la flor,
Y florecer
A cambio de pensar?
El poeta Carlos Enrique Ortiz, posa para el Trío de la amistad junto a Elmer Restrepo y Gabriel Jaime Caro (Gajaka). Foto de Fernando Benitez para el video de Oscar Mario Estrada "La elegía del poeta hermético, 2011.
Poemas inéditos del libro “Adarve”
Carlos Enrique Ortiz
A la casa de niebla
la habita un corazón
de horas ateridas
A la casa de niebla
la deshace este viento
tan pequeño
la sumerge esta lluvia
tan dispersa
la devora este fuego invisible
A la casa de niebla
la borra el sol,
con su soplo de luz
la mantiene en secreto
con el calor de su desespero
la funde en la nada
Pero, en la noche de hielo
es alí donde canta
la luz de las estrellas.
NUNCA
Tu, como el tiempo
viniste
y arrojaste a la nada
lo que fuí para ti
Tu, como el tiempo
permanencia y fuga
verdad y engaño..
En la oscuridad de tu ser
la luz de mi sangre se ahogó
Tu, como el tiempo
un disfraz de la muerte,
boca que devora
a quien la besa
Tu, nunca
porque el alma implacable de la espada
sólo obedece su propia sed.
Los pasos que dimos serán viento
nuestras miradas
luz en el vacío
Ya no ser
no estar en parte alguna
haber sido...
En la inmensidad misteriosa del tiempo
no hace diferencia
Camina, mira, se
es la hora en que el sol
palpita contigo
y te da tiempo
Poemas inéditos del poeta barranquillero, Mario José Cervantes M. para la muestra de selección de poemas para el blog del neoberraco.
INTERIORES
I
Como si quisiera quitarse algo de encima. Se levantó de la cama y fue a bañarse. Unas pisadas se aproximaron pero no tuvo el valor de sostener la mirada. Sintió vergüenza por aquel cuerpo. Y vergüenza consigo mismo.
II
Lo miró restregándose bajo la ducha. Ojalá permitiera dejarse amar. Ojalá entre otras tantas cosas. Ojalá siempre. Ojalá.
UN MURO
Entre tú y yo un muro. Tan alto, tan infranqueable. Y trato pero mis puños no alcanzan. Ojalá pudieran mis palabras.
EL MIEDO
Nos rodea: lo respiramos. Al desayuno, al almuerzo, a la cena: lo comemos y bebemos. Adondequiera nos acompaña: ha llegado a convertirse en nuestra sombra. Nos espía hasta en sueños. E, inclusive, copulando. Nos rodea el miedo: lo respiramos.
OTRA MINIATURA PARA LEWIS CARROLL
I
Hay quienes se enamoran de los gatos. En especial de alguno de Cheshire. Pero no todo el mundo es como Alicia la Prudente. Y se acercan demasiado.
II
Alguien cae bajo un embrujo. Y va por las calles como un sonámbulo. Tras una sonrisa.
UN NÚMERO EN ESPECIAL
En un bosque de piernas se traba el balón. Y entre los once un número distingo en especial. Esa espalda la reconocería inclusive con los ojos cerrados. Como cuando voy a tientas por el cuarto en busca de su aliento. Me sorprende entonces un grito. Y en mitad de la cancha lo veo arrodillarse rodeado de piernas. Ojalá pudiera ir hasta allá. Y abrazarlo y decir cuán orgulloso estoy. Y cuánto lo amo.