miércoles, 21 de enero de 2009

Mi churrunguis tunguis: A propósito de la poesía y Barack Obama

Mi churrunguis tunguis: A propósito de la poesía y Barack Obama

Dos poemas inéditos de Carlos Enrique Ortiz

Estoy hecho de tiempo
de días que agonizan en la sombra
de noches que se ahondan en la nada.

Estoy hecho de ti
de tu deseo
guardián de tu sonrisa
rehén de tu mirada
soy la sombra que acompaña tus pasos
soy las manos donde brotan caricias
soy los ojos que atesoran tu rostro
pensamiento donde reina tu vida.

Estoy hecho de ti
de tu rechazo
de la espera de piedra
del frío de la ausencia
del roce de la muerte que me aguarda
del olvido de las horas felices
del silencio al que sentencias mi amor
del no que me regalas.


PERSONAJES

Sin mirar nunca el riesgo
a la cara
apoltronados en la propia conveniencia
sospechando de todos
sin contender con nadie,
tomándolo todo sin dar nada
y finalmente en acuerdo con lo peor.

Siempre a la sombra del poder
deshaciéndose en halagos
comprando la gloria con la integridad
recibiendo la herencia
calculando el amor
hediendo en mil festejos
trepando hasta el fondo…

Son los señores de la astucia;
ebrios de sí mismos
hablan de sobriedad,
con la barriga siempre llena
escriben de inanición,
con la bolsa siempre llena
alaban el gasto.

Eternamente a salvo
Juzgan desde las sombras,
secos y estériles reproducen sus miedos
trompetean su exquisita impotencia,
en una niebla de palabras y con el corazón muerto
fabrican la página oscura
de su propia importancia.

Funcionarios de muerte
quieren que la intensidad de la vida
los bendiga.

2009

lunes, 19 de enero de 2009

A propósito de la poesía y Barack Obama

Cuarenta acres: un poema para Barack Obama
Derek Walcott
Versión de León Félix Batista


Emerge un emblema del tumulto, un grabado:
un joven negro al alba con sombrero de paja y overol,
un emblema de imposible profecía, muchedumbre
dividiéndose como el surco arado por una mula,
separándose para su presidente: un campo de algodón
nevado
de cuarenta acres de extensión, de cuervos con presagios predecibles
que el joven labrador desdeña por sus memorables
ancestros de cabellos de algodón, mientras, alineada en una rama, hay
una tensa
corte de búhos con gafas y, en el borde lejano
del campo,
un espantapájaros burlón apunta hacia él con rabia.
El pequeño arado continúa en esta página con líneas
más allá de la tierra quejumbrosa, el árbol del linchamiento, la venganza negra del tornado,
y el joven labrador siente el cambio en sus venas,
corazón, músculos, tendones,
hasta que la tierra yace abierta como una bandera cuando la firme
luz del alba raya el campo y los surcos esperan al sembrador.

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Forty Acres: a poem for Barack Obama
Derek Walcott

Out of the turmoil emerges one emblem, an engraving —
a young Negro at dawn in straw hat and overalls,
an emblem of impossible prophecy, a crowd
dividing like the furrow which a mule has ploughed,
parting for their president: a field of snow-flecked
cotton
forty acres wide, of crows with predictable omens
that the young ploughman ignores for his unforgotten
cotton-haired ancestors, while lined on one branch, is
a tense
court of bespectacled owls and, on the field's
receding rim —
a gesticulating scarecrow stamping with rage at him.
The small plough continues on this lined page
beyond the moaning ground, the lynching tree, the tornado's
black vengeance,
and the young ploughman feels the change in his veins,
heart, muscles, tendons,
till the land lies open like a flag as dawn's sure
light streaks the field and furrows wait for the sower.

NOTAS:
- Al terminar la Guerra Civil norteamericana, el Congreso norteamericano decidió, ante la imposibilidad de hacerse cargo de su manutención de manera indefinida, que todo esclavo liberado que fuera jefe de familia tenía derecho a recibir cuarenta acres –16 hectáreas– de tierra cultivable y una mula para comenzar su nueva vida. Estos terrenos provenían de los abandonados por los confederados a causa de la guerra. Esta iniciativa da nombre al poema. La invocación a la emancipación de los negros y la ruptura que significa el triunfo de Obama quedan así relacionadas.
- El nombre de su productora fílmica de cineasta negro Spike Lee (40 Acres and a Mule.), proviene de la misma historia. E. L. Doctorow (Nueva York, 1931) cuenta en su más reciente novela, “The March” (2005), esa zona de la Guerra de Secesión que dio origen al episodio de la asignación de los 40 acres y la mula. La novela fue publicada en español por Roca Editorial como “La gran marcha” (Barcelona 2006), en traducción de Isabel Ferrer y Carlos Milla, y obtuvo el III Premio Internacional de Novela Histórica “Ciudad de Zaragoza”.
- Walcott dijo que el título original del texto era "Forty Acres and Fifty States" (Cuarenta acres y Cincuenta Estados), pero decidió que era demasiado largo y lo acortó.

-El texto original está escrito con una rima particular del poeta, que le permite fluir magníficamente. En nuestra versión al español no podemos reproducir esta característica.

- La “corte de búhos con gafas” (court of bespectacled owls) del poema se refiere a los jueces de la Suprema Corte.

- Confieso que traduje el grueso del poema en 10 minutos, pero que me estanqué terriblemente en el verso que reza: “a field of snow-flecked cotton forty acres wide”. La razón: el adjetivo compuesto “snow-flecked”, que descompuesto en “snow” (nieve) y “fleck(ed)” (marca, punto, mancha), no me proveía de ningún adjetivo en nuestro idioma. Consulté la traducción al español del poema “Orígenes e historia de la conciencia” de Adrienne Rich, que usa el mismo adjetivo, y el traductor (anónimo) lo resolvió como “vareteado”, de “vareta”, sustantivo femenino de “vara” (swimming under the snow-flecked surface of the pool, que nada bajo la superficie vareteada de nieve). Otros traductores de este mismo poema de Walcott se inclinaron por “nevado”, que fue, aunque insatisfecho, la solución que escogí también (nevado es, sin duda, “snowy”, “of snow”). “Snow fleck” se utiliza a veces para referirse metafóricamente al polvo blanco que cubre ciertos bizcochos, o a la nieve ficticia en los adornos navideños. Pero sospecho que “snow-flecked” (con guión incluido) podría hacer referencia al fenómeno de la llamada “nieve penitente” (“a spike or pillar of compacted snow, firn or glacier ice, caused by differential melting and evaporation”, es decir, “nieve que va formando conos tipo monjes capuchinos y endurecida a hielo”), puesto que una línea antes se habla de “muchedumbre” (crowd) y, según se verá en las imágenes que anexo aquí, la nieve penitente semeja personas de pie. Esto también me acercaría a la traducción anónima de “snow-flecked” por “vareteado”. En fin, que me habría encantado traducir este verso como “un campo de algodón de nieve penitente de cuarenta acres de extensión”, pero habría prolongado peligrosamente la eufonía. Espero no haberme equivocado. Y si así fue, pido perdón, ante los pies de mis lectores, de manera penitente.